Pero no sólo ha sido la protagonista de la letra de todas estas (y más) canciones, sino que también muchos músicos la han utilizado como vehículo para investigar en la producción de nuevos sonidos.
Quizá uno de los pioneros en este tipo de experimentación en la bici como instrumento musical sea Frank Zappa, que con sólo 22 años demostraba a la audiencia estadounidense que dos bicis podían generar una cantidad insospechada de sonidos.
Recientemente, ingenieros de sonido como White noise lab han creado beats con sonidos sólo originados a partir de una bicicleta.
Otro ejemplo de que la bici no sólo sirve para hacer letras, es la banda Schwinntonation. Este grupo proveniente de Chicago toma cualquier sonido que una bici pueda provocar y lo convierte en música, mezclándolo con un poco de electrónica.
Son evidentes las infinitas posibilidades que puede tener el uso de la bici, incluso como herramienta para crear un nuevo modo de experimentar con la música.
Un motivo más para no quedarse con ganas de bici.
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